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Embutidos durante el embarazo y sus riesgos.

El embarazo es una etapa en la que la alimentación adquiere una gran importancia, ya que lo que la madre ingiere puede afectar al desarrollo del feto. Por esta razón, se deben tener ciertos cuidados alimenticios durante esta etapa. Uno de ellos es evitar el consumo de embutidos y jamones que no cumplan los requisitos establecidos por los médicos.

Los embutidos y el jamón son alimentos muy populares en la mayoría de las cocinas, pero contienen una serie de ingredientes y aditivos que pueden ser perjudiciales para la salud del feto.

Posibles riesgos.

Uno de los principales riesgos asociados al consumo de estos alimentos durante el embarazo es la posible presencia de la bacteria Listeria monocytogenes. Esta bacteria se caracteriza porque puede provocar la listeriosis, una infección que puede ser muy peligrosa para el feto. Sólo los embutidos cocidos como el jamón york y la mortadela pueden ser consumidos directamente sin ningún problema. 

La listeria puede encontrarse en algunos alimentos, como los embutidos y el jamón crudo, que no han sido sometidos a un tratamiento térmico adecuado. Si la madre los consume durante el embarazo, la bacteria puede pasar al feto a través de la placenta, y pueden ocurrir abortos espontáneos, partos prematuros o problemas de salud en el recién nacido. 

Sin embargo, si la embarazada se hace la prueba de la toxoplasmosis y en los resultados aparece que ya la ha superado anteriormente, podría comer embutidos y jamón, ya que esta infección una vez que la pasas, te suele hacer inmune de por vida.  

Puedes hacer que esta bacteria desaparezca de los embutidos congelándolos a más de 20ºC durante al menos 24 horas y habiendo tenido una curación de 1 mes y medio como mínimo, como nuestro Jamón Gran Reserva

Además de la listeria, los embutidos y el jamón también contienen una gran cantidad de grasas y sodio, que pueden ser perjudiciales para la salud de la madre y el feto. Un consumo excesivo de estos alimentos aumenta el riesgo de padecer hipertensión y otros problemas de salud relacionados con la alimentación.

Otros riesgos.

También existen otras prevenciones contra la toxoplasmosis que debes tomar y no están relacionadas con no tomar embutidos. 

  • Procura que otra persona cambie las heces de tu gato y no las toques directamente. 
  • Antes de consumir los alimentos, límpialos y cocínalos adecuadamente, ya que el parásito que provoca la toxoplasmosis no sobrevive a temperaturas superiores a los 72º. 
  • No tocar demasiado a gatos durante el embarazo. 

Una vez que ya conoces los posibles riesgos que existen, podrás tomar medidas para cuidar tu alimentación y tus hábitos, asegurando así un crecimiento seguro del feto.

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